Recordó el PSG de la primera parte a aquella 'msn' del Barça. Quizás es una referencia que solo entiende este que escribe, pero la soltura con la que se pasaban la pelota Neymar, Messi y Mbappé era calcada a aquella que hacían los dos primeros con Luis Suárez.
En aquel equipo, parecía que se repartían los goles a su antojo. Si uno marcaba, su objetivo ya era que también lo hicieran los otros dos. Como si no hubiese puntos en juego o rivales profesionales delante. Pues así se lo pasaron los tres 'cracks' del equipo francés durante los primeros 45 minutos.
Al descanso, el marcador lucía un 1-0 porque Lafont así lo quiso. El portero del Nantes fue el único que estuvo a la altura del 'show' de la delantera parisina. Y eso que a los 120 segundos, ya estaba recogiendo la pelota de su portería.
Mbappé marcó el 1-0 cuando apenas se llevaban dos minutos de partido. El '7' estuvo rapidísimo para desviar con la bota izquierda un tiro de Paredes desde la frontal y dejar sin opciones al meta visitante. Parecía que todo sería miel sobre hojuelas en París, pero nada más lejos de la realidad.
Sí lo pareció en el primer tiempo, como decíamos. El Nantes apenas salió de su campo y fue Lefont el que mantuvo con vida a los suyos. El meta salvó el 2-0 ante Messi en el 18'. Con la derecha, el argentino remató completamente solo en el área, pero una buena mano del cancerbero sacó a córner el esférico.
En el 22', Mbappé también comprobó la calidad de la palma del guante del portero, que evitó su doblete con una buena reacción a su remate de primeras. Hasta ahora, Kyilian y Messi lo hacían casi todo, pero se unió Neymar con el paso de los minutos. Entre los tres, comenzaron a marear a la defensa y a intentar combinaciones de fantasía que nunca salieron por mínimos detalles.
El brasileño se topó con Lafont en una buena jugada con Mbappé que el cancerbero desbarató con el pie. Y en el 37', de nuevo Messi se encontró con él y con una gran mano abajo que le sacó al tiro escorado del argentino. Con esa ocasión y una leve mejoría visitante, se llegó al descanso.
El peligro de la relajación, neutralizado por la suerte del rico
Nada tuvo que ver el segundo tiempo. El 'show' de los tres de arriba desapareció por completo y el Nantes se aprovechó de la relajación. Keylor Navas atrapó un cabezazo de Muani antes de que de nuevo Lafont apareciese para repeler un centrochut de Neymar.
Fue un oasis en el desierto del PSG, ya que el Nantes se creció e hizo sufrir a los de Pochettino. Tuvo tres llegadas peligrosas en cuestión de dos minutos, especialmente, con dos ocasiones de Coulibaly que, una por centímetros y otra por lento, no se vieron relfejadas en el marcador.
La roja a Keylor Navas acentuó esta tendencia. En el 65', el portero salió fuera del área para anticiparse a Blas, que se iba solo, pero arrolló al jugador y fue expulsado. Neymar fue el sacrificado al salir para que entrase Sergio Rico.
El portero español salvó con el cuerpo el 1-1 en un remate a bocajarro antes de encajar el empate. Dos minutos después, un rechace suyo lo cogió Muani, que había rematado previamente, para marcar de tacón y silenciar el Parque de los Príncipes. Pero la suerte del rico, que no la del portero, salvó a Pochettino.
Y es que el entrenador, que se quejó de algunas críticas esta semana, volvió a demostrar que, quizás, el traje le quede algo grande. Pero un autogol de Appiah casi de película resolvió las dudas, al menos, en el marcador. Un pase de Messi a Mbappé en el minuto 81 acabó en el fondo de la portería. El defensa interceptó, pero mandó un globo a su propia portería con su rechace que supuso el 2-1.
Ya en el 87', Leo Messi cerró la cuenta con un gol muy de Leo Messi. En la frontal, se fue de un rival, se orientó para dispara con la zurda y mandó la bola al segundo palo, donde ni Lefont ni el mismo Dios, de existir, llegaría. Su primer gol en la Ligue 1 sería el broche de oro para un partido que debe ser analizado alejándose del resultad y de la calidad individual que tanto disfraza a veces en los grandes.