El PSG se proclamó campeón de la Copa de Francia ante el Mónaco con goles de Icardi y Mbappé. El segundo fue una auténtica obra de arte del '7', que dejó a todos asombrados una vez más.
En el 81', Di María encaró hacia el área rival con mucha velocidad y filtró el pase para el delantero francés, que hizo dote de su vertiginosidad y descaro y, sin ponerse nervioso, picó la pelota ante Majecki para hacer el segundo del cuadro de Pochettino.
Además, dos minutos antes de esto, Mbappé intentó lo que ya hubiese sido una locura total: control, acomodo a la pierna buena y trallazo desde larga distancia. El esférico golpeó en el palo y por milímetros no se coló al fondo de la red.
Una vez más, la joya francesa fue el mejor de su equipo y con su gol sentenció a sus ex compañeros. A estas alturas, nada sobre el atacante nos sorprende.