Mbappé y Keylor sacan de un embrollo al PSG

El PSG le tiene tomada la medida a la Ligue 1 y por muchos sustos que se lleve, parece que la inercia le es suficiente para ganar. Ante un Nantes combativo, los de Thomas Tuchel se valieron de Mbappé y algunos detalles para llevarse otra victoria a medio gas.

El francés, el nombre de la semana por su enfrentamiento con el técnico alemán, fue titular... y jugó los 90 minutos. Esta vez no se fue al banquillo, habría sido jugar aún más con fuego de lo que ya lo hizo el PSG, que pese a todo acabó contra las cuerdas.

Y es que los parisinos tuvieron 70 minutos de dominio y 20 de horror. Es seguro que el PSG pudo meter más que dos goles, pero falló, falló y falló... hasta que un error dio vida a un Nantes que se estrelló con Keylor Navas.

Antes de todo ello, Mbappé se echó a lomos su equipo. Con Neymar fuera por lesión (su fiesta de cumpleaños, otra polémica en una semana de locos), el francés tiró de pura explosividad para romper y castigar hasta encontrar el gol.

A la media hora de partido, el delantero se marchó de dos en la línea de banda y la dejó franca para el remate de Di María, que celebró el gol como suyo... o eso parecía. El tanto se lo adjudicó finalmente Icardi, que rozó lo justo y sin querer para que este subiera a su cuenta particular.

Desde ahí, más dominio parisino, que se encontró con un larguerazo en su propia portería de Girotto y el 0-2, obra de Kehrer. El central entró como una bestia al saque de esquina de Di María y conectó un cabezazo inapelable.

Después, Mbappé, Icardi, Di María... monólogo del PSG hasta el error de Kimpembe en el 68' que regaló el tanto de la esperanza al Nantes. El central quiso dar un balón suelto de espuela y se lo regaló a Simon, que se recorrió más de 30 metros para batir mano a mano a Keylor Navas.

Sin embargo, el costarricense se convertiría en el nombre del partido. Con el equipo de Gourcuff contra la portería parisina, Keylor lo paró todo. Uno contra uno, remates francos... una aparición mariana para un PSG que se complicó en exceso, pero que ganó con ayuda de la inercia y un guardameta felino.