Algunos jugadores de Boca Juniors tuvieron que ser atendidos por los médicos y una de las peores partes se la llevó Pablo Pérez, que incluso se llegó a hablar de una posible intervención rápida por unos problemas en el ojo.
La final quedó suspendida y se aplazó porque el autobús de Boca sufrió graves daños, además de que los jugadores, obviamente, no estaban para disputar el encuentro. Martín Firpo fue el que lanzó una piedra contra el vehículo del club 'xeneize'.
"Fue un momento en el que no supe controlar el impulso y la verdad es que me arrepiento", dijo el aficionado de River Plate en unas palabras reproducidas por el diario 'Marca'.
Martín Firpo hizo hincapié en que estas actuaciones no se identifican con él: "No soy de hacer estas cosas. Estuve mal y me duele. Fui con mi familia...".
El hincha de River pasará por un juicio rápido y se presenta ante una posible pena de hasta dos años y cuatro meses de cárcel, aunque la pena también es excarcelable.