Camoranesi, de origen argentino aunque con nacionalidad italiana (ganó el Mundial de 2006 con la 'azzurra'), vivió los últimos pasos de su carrera en Lanús y Racing Club, equipos argentinos.
Al fútbol sudamericano llegó tras una etapa exitosa en Europa, donde jugó en el Hellas Verona, la Juventus y el Stuttgart. Sin embargo, quizá fue su éxito lo que le llevó a levantar envidias en Argentina, algo que quedó patente en campos como el de All Boys.
Al visitar dicho estadio, muchos aficionados la tomaron con él, pero a Camoranesi pareció no importarle mucho: "Me gristaron 'fracasado' antes de empezar el partido... y el patio de mi casa es más grande que su campo".
Además, también aseguró que en alguna ocasión se encaró con aficionados: "Sí, lo hice. El problema es cuando hay 40. Si había solo uno, sí encaraba".
En relación al fútbol argentino, también habló sobre Daniele de Rossi, quien fichó el pasado verano por Boca Juniors: "Nunca me imaginé que vendría aquí. Esto demuestra su grandeza. Tras más de 100 partidos con la Selección Italiana, todavía tiene ganas de competir".