Él es un trotamundos del fútbol, pero últimamente parece haberle pillado el gusto a entrenar en Murcia, en las antípodas de su Galicia natal. Su último reto, con casi 70 años, es un equipo de Preferente, una categoría en la que todavía no había entrenado.
"Me llamó el presidente del club, Morris Pagiello, un señor que tiene academias de fútbol por todo el mundo. Quería a alguien para subir de categoría, alguien que formase, educase y proyectase chicos para la alta competición", empezó explicando la situación David Vidal, en una extensa entrevista concedida al diario 'Marca'.
"Le preguntó a José Luis Acciari, actual entrenador del Guadalajara y jugador que estuvo a mis órdenes cuando subimos con el Murcia a Primera, y él le dio mi nombre. Y aquí estoy. Tengo tres años de contrato. Me daban cinco, pero dije que tres, que en tres estamos en Segunda", continuó.
El Racing Murcia tuvo en sus filas durante el mes de agosto a Archie Thompson, el australiano que le metió él solo 13 goles a Samoa Americana en la fase de clasificación para el Mundial de 2002. "Bueno, lo tuve, porque ya se fue", matizó Vidal.
"Pero es algo normal contra un rival así: un país de pocos habitantes, de poco nivel futbolístico...Me dijeron que este chico tenía que jugar dos partidos. Yo dije que vale, pero que tenía que verlo antes", añadió.
"Hizo unas seis horas de entrenamiento, lo puse y hasta marcó un gol, pero eso no quiere decir nada. Esto es una academia. Él hizo una prueba que le valió para decir a los jóvenes de Australia que jugó en España. En definitiva, vino aquí a hacerse un poco de publicidad", explicó Vidal.
El técnico gallego tiene fama de 'salvador de equipos'. "No es lo mismo entrenar al Cádiz o al Logroñés, en Primera, que al Racing Murcia, en Regional. No es lo mismo formar un sistema de juego para ascender que para salvarse", respondió.
Su última aventura mediática fue en el Lorca FC, una aventura que acabó con un ascenso y un despido. "Tengo que decir un par de cosas: muchos creen saber, pero pocos entienden. Y con esta frase ya lo digo todo. Por lo tanto, hay que aguantarse", dijo, mordiéndose la lengua al respecto de lo ocurrido en el club murciano.
Pero en cuanto el entrevistador le pinchó un poco, David Vidal saltó como un resorte. "Xu Genbao, un chino que era dueño del club, se portó regular conmigo", respondió.
"Un día, cuando nos jugábamos el ascenso a Segunda contra el Albacete, me dijo que le diese la alineación a través de un traductor. Yo coloqué en el once a un extremo derecho y a un delantero que medían 1,68", continuó relatando el técnico.
Ese once fue el motivo de la ruptura. "Al enterarse, se echó la mano a la sien y me dijo que estaba loco. Cogí mis bártulos y me fui de la reunión. A mí una persona no me puede hacer eso. Me decía que iba a poner a jugadores pequeñitos", comentó, entre risas.
"El mejor futbolista del mundo es Messi y mide 1,70, y éste quería que pusiera allí a cuatro elefantes... y los elefantes son muy lentos. Ganamos la eliminatoria y subimos. El presidente no me renovó y a los 3 meses estaban en Segunda B... y ahora en Tercera", añadió Vidal.
Tiene un carácter especial, de eso no hay duda. "El mundo del fútbol es muy desagradecido. Yo formé, eduqué, proyecté y ayudé a muchos jugadores durante toda mi carrera, pero hay mala memoria. Muchos ya no se acuerdan de quién les echó una mano en un momento determinado de la vida", dijo.
David Vidal también fue cuestionado al respecto del VAR. Una de sus máximas siempre fue que sus jugadores no simulasen faltas ("al que se tire, lo quito", se le escuchó gritar una vez en un partido). Por eso está encantado con el VAR, pero con matices.
"Claro que me gusta, pero tendría que estar formado por 6 o 7 ex entrenadores profesionales que hayan sido antes futbolistas. Y árbitros, 1 o 2, no más. Los árbitros no se enteran de nada", espetó.
"Se dedican a pitar una vez a la semana, pero el que está con los jugadores, el que sabe quién tiene la maldad, quién se tira, quién pega la patada, el codazo o quién se va de fiesta por la noche es el entrenador que ha sido futbolista, que ha sido sacristán y luego cura. Es el que entiende a los jugadores, y es el que tiene que juzgarlos", añadió David Vidal, para finalizar.