Melchor, Gaspar, Baltasar... Paulino y Dani Martín

Los niños malagueños ya tienen a dos Reyes Magos más a los que pedirles regalos la noche del próximo miércoles. Y es que el gol de Paulino y el paradón salvador de Dani Martín no pueden catalogarse de otra cosa que de mágicos, en un partido en el que hacer algo medianamente elogiable fue poco menos que brujería.
Alcorcón y Málaga dejaron a las claras los grandes problemas que arrastran, cada uno en su medida, este curso. Los alfareros son últimos y los andaluces no habían ganado aún lejos de casa. Unos llevaban tres puntos de los últimos 15. Los malacitanos, cuatro. Unos datos que tuvieron continuidad con las sensaciones del partido para dejar claro que Sus Majestades tienen mucho trabajo tanto en Santo Domingo como en La Rosaleda.
El primer tiempo dejó muy poco que echarse a la boca. Sin metros para correr y sin apenas transiciones ni asociaciones, el descanso llegó con cero tiros a puerta y solo una llegada peligrosa por cada bando. En el 35', Juanma tiró demasiado cruzado en el área tras un error de Peybernes, que sigue muy fallón este curso. Y en el 44', Antoñín mandó alto un zurdazo desde la frontal que buscaba la escuadra.
No merecen más atención del escritor ni del lector los primeros 45 minutos. Tampoco lo merecería un segundo acto que solo se pareció al fútbol en alguna llegada con balones aéreos de los locales, el gol de Paulino y el arreón del Alcorcón en la recta final que Dani Martín evitó que sirviese para algo.
Pudo cambiar la historia Jairo en el 50', pero intentó hacer un autopase ante un Dani Jiménez que desbarató esa idea al adivinar sus intenciones. Fue todo lo potable hasta la recta final, la misma que maquilló un encuentro que, de no haber vivido esas emociones en las áreas en los instantes finales, no habría pasado de ser una de las hora y media más sosas que se pueden vivir.
Mejoró algo el equipo de Fran Fernández con el paso de los minutos y metió el miedo (con muchos asteriscos) en el cuerpo a su rival, aunque con poco más que 'balones a la olla' y unos pasos adelante que no tuvieron premio. Sí que lo tuvo para el Málaga un córner en el minuto 80 que acabó en el afortunado tanto de Paulino. El '7', en el segundo palo, recibió un mal despeje de la zaga local y, junto a la madera, metió la testa para marcar el 0-1.
Espoleó el gol al Alcorcón, que se volcó con más raza que razón sobre el área de Dani Martín. Marc Gual probó suerte con un tiro cruzado que acabó en córner, Este desembocó en un segundo saque de esquina que dio pie a la mejor ocasión 'alfarera' del partido. Lucho Vega conectó un potente cabezazo que salvaría el portero malaguista con una gran mano a media altura cerca de su palo derecho.
Con la grada volcada y la sensación de que algo más pudo rascar en el añadido, llegó el final del partido en Santo Domingo. Los Reyes le dejan carbón a un Alcorcón que debe mejorar y mirar al cielo si quiere salir del pozo. Sus Majestades fueron más piadosas con un Málaga que, pese a la victoria, la primera fuera de casa del curso, debe analizar con frialdad y autocrítica su tedioso partido.