En un partido que tuvo tres goles, un tipo que no marcó fue la estrella. Porque casi completó un personal 'hat trick' de asistencias. El lateral malaguista cabalgó una y otra vez por su carril y horadar a un Melilla que solo aguantó en pie 44 minutos.
Se esperaba un choque así y así ocurrió: dominio absoluto de los pupilos de Pellicer y una muralla visitante a la espera de poder completar alguna contra. Por momentos, con el filial estrellándose en el área de su rival y en su falta de puntería, hubo algún balón en largo con el que dar algún susto... pero nada más lejos de la realidad.
El pimpampún tuvo un punto de inflexión a un minuto para el descanso, cuando Iván Jaime cabeceó le primer gran centro del día de Meléndez. Su tiro picado lo intentó sacar Moha li, aunque lo que consiguió fue un autogol y un mazazo para los suyos.
Con la lata abierta, la actitud del Malagueño iba a determinar cuánta hambre tenía. Y había bastante. Julio, que acababa de entrar en la reanudación por un tocado Abqar, mandó a la cazuela la primera que tuvo. Cómo no, buen centro de Meléndez y no menos encomiable cómo porfió en el aire el goleador de Pellicer para cabecear a la red.
No bajó el pie del acelerador el Atlético Malagueño, ya con Youssef Takioullah debutando y como gran atracción. Pero el lateral zurdo volvió a reclamar su cuota de protagonismo con otro buen servicio. Esta vez fue Rafa Camacho el que ajustó su remata para que llegara el tercero.
Los cachorros blanquiazules aprovecharon la debilidad de su oponente para romper una secuencia de dos encuentros sin triunfo que les había alejado de los puestos cabeceros.