Muy feliz se las daba Marcelo en pretemporada. Estaba siendo el mejor, de largo, dentro de un Madrid muy gris. Sin Copa América, Marcelo se preparó a conciencia, y la salida de Reguilón le facilitó las cosas.
El Madrid fichó a Mendy, pero el brasileño estaba confiado. Él tenía la experiencia y la categoría dentro del equipo para ser el titular, si así lo demostraba. Y lo hizo.
Pero entonces llegó la tercera jornada, y Zidane dio descanso a Marcelo y puso de titular a Ferland Mendy. Joven, nuevo en el club y recién salido de lesión. Marcelo no estaba preocupado, hasta que el galo le dio motivos para estarlo.
No hizo un mal partido, y avivó un debate que muchos pensaban que estaba zanjado. Marcelo creía haber recuperado el trono que a punto estuvo de arrebatarle Reguilón hace un año, pero otro aspirante vuelve a amenazarle.