El estado de forma de Ferran Torres es tan sublime que ha acabado con una mala dinámica que perseguía al Barcelona desde la salida de Leo Messi: el gol de falta. Con su diana de franco directo ante el Real Betis, el extremo español anotó el primer tanto a balón parado de los azulgranas desde el que obró el argentino en la jornada 34 de la temporada de Liga 2020-21, cuando los 'culés' vencieron al Valencia por 2-3 en Mestalla.
¿En qué contexto se dio? Entonces, los otrora dirigidos por Ronald Koeman apuraban los últimos cartuchos del curso para intentar alcanzar al Atlético, que iba primero en la clasificación -y así acabó-, y al Real Madrid, que ocupaba la segunda plaza. Los 'ches', encastrados en tierra de nadie, miraban más hacia abajo, donde el descenso les osbservaba a 6 puntos de distancia, que a Europa, 15 escalones arriba.
En aquella etapa, Javi Gracia dirigía las filas de Mestalla y había conseguido que estas abrieran la lata por mediación de Gabriel Paulista, pero los catalanes remontaron con el empate en las botas de su '10' y el 1-2 en las de Antoine Griezmann. Para aligerar la carga y encarrilar la marcha del triunfo hacia el casillero del Camp Nou, entró en escena la capacidad de golpeo seco desde fuera del área que el campeón del mundo ya ha exportado a los Estados Unidos.
2 años, 4 meses y 14 días después, Ferran Torres volvió a marcar un gol de falta para el Barcelona. Temporalmente, su tanto acogió un contexto totalmente distinto, pues el equipo, ya con Xavi Hernández al timón, se encontraba en la primera fase de la temporada y no en la última. Aun así, se consideró una diana fundamental porque certificó la buena dinámica de los azulgranas y una victoria por goleada ante un Real Betis que, en el curso anterior, dio guerra a los clubes de arriba y terminó en la 6ª plaza.