La nueva normalidad es aquella en la que Messi siempre marca. Ante el Mallorca lo hizo casi con la hora cumplida, ante el Leganés tuvo que pasar algo más de una hora. Pero lo logró. Y se quedó a tiro de la mágica cifra de los 700.
Fue con doble mérito del argentino, que marcó el penalti que él mismo había forzado. Aún con el mosqueo del tanto anulado a Griezmann por un fuera de juego milimétrico, un arranque de furia de Leo acabó en los once metros.
Messi la agarró, lanzó un caño, tiró una pared con Luis Suárez y Jonathan Silva lo mandó al suelo. No estuvo claro del todo que hubiera infracción; de hecho, el VAR estuvo visionando una y otra vez la jugada hasta que Martínez Munuera le ordenó que lanzara.
En su primer penalti y en su primera vez en el Camp Nou desde que ha vuelto el fútbol, no falló el rosarino, que mandó el balón a su derecha y a 'Pichu' Cuéllar a la izquierda.
El vigesimoprimero para su suma y sigue en la primera posición de goleadores y seguir comiendo distancias en la lucha por la Bota de Oro, que este año Lewandowski ha puesto muy cara.
June 16, 2020