Esta semana se para el fútbol en Primera División. Es el momento de que los grandes equipos pierdan un buen número de internacionales. Toda una rutina en el Barça. Sin embargo, algo empezará a cambiar esta vez. Leo Messi se quedará en casa.
Aparte de que es una noticia histórica en los últimos años (obviando las veces que no ha viajado por lesión), supone también una nueva relación con su entrenador. Valverde se quedará con la tranquilidad de que su estrella no es exigida. Ni en partidos importantes ni en viajes pesados.
No solo se reducirá el riesgo de lesión, es que el delantero argentino podrá recuperarse mejor de los partidos y preparar los venideros. A sus 31 años, es vital que las piernas de Messi estén descansadas para afrontar las exigencias del año.
Hasta diciembre está garantizado que Messi no irá más con la 'Albiceleste'. A partir de ahí, es una incógnita lo que decida el argentino respecto a seguir o no con su selección.
En un año en el que el Barcelona, al menos de manera privada, tiene entre ceja y ceja volver a luchar por la Liga de Campeones, contar con un Messi más fresco puede ser otra gran arma para Ernesto Valverde.
Además, en el plano individual, le podría volver a afilar y ponerle luchando contra los grandes jugadores del continente por los galardones individuales. Para el Balón de Oro ya llega tarde, aunque reeditar la Bota de Oro podría ser otra de sus realidades.
De momento, tras lo visto ante el Huesca, el argentino ha comenzado la campaña como acostumbra, con dos goles, un larguero y un buen repertorio de pases de gol. Otras veces le hubiera valido para despedirse por unos días del club de sus amores. Esta, para decir hasta mañana a Valverde y seguir con su puesta a punto.