El conjunto azulgrana lo tenía todo de cara para alcanzar la final del Wanda Metropolitano tras el 3-0 logrado en la ida del Camp Nou.
Solamente una debacle de dimensiones históricas podía dejar fuera al equipo de Ernesto Valverde, pero lo imposible ocurrió y el 4-0 del Liverpool dejó al Barça en la cuneta.
El cuarto gol 'red', obra de Origi tras un despiste monumental de todo el Barça, reflejó lo que fue un duelo que deja a Leo Messi, estrella azulgrana, sin poder levantar su quinta Champions League.
El argentino se había puesto como gran objetivo de la temporada levantar "esa copita tan linda", pero una nueva catástrofe se cruzó en su camino.
Poco más de un año después del hundimiento en Roma, Anfield fue la nueva tumba del equipo de la Ciudad Condal, que deja escapar una oportunidad histórica de un nuevo triplete.
Messi, tras el cuarto gol, quedó absolutamente devastado, sobre todo tras las múltiples ocasiones falladas en la primera parte del partido.
Y es que el propio Leo o jugadores como Jordi Alba y Luis Suárez fallaron oportunidades clarísimas que podrían haber matado la elminatoria.
Sin embargo, el inicio fulgurante del Liverpool en la segunda parte borró del mapa al rosarino y a su equipo, que fue una sombra a manos del cuadro 'red'.
Ahora, Messi deberá recuperarse de esta 'puñalada' para intentar conseguir la Copa del Rey y poner después la mente en la próxima campaña, en la que Messi tratará de lograr una 'Orejona' que se le sigue resistiendo tras cuatro años.