A poco más de 24 horas de la entrega del Balón de Oro, Leo Messi, principal favorito junto a Robert Lewandowski para hacerse con el galardón, mostró las credenciales que le han colocado otra vez a un paso de la cima.
Al rosarino le está costando marcar en su nuevo equipo, pero ya es decisivo con su exquisito golpeo de balón. Messi ya fue protagonista en el único gol del PSG ante el Manchester City y aumentó su participación en el 1-3 al Saint-Étienne.
De nuevo, los de Pochettino tuvieron que remontar tras la roja a Kolo al filo del primer tiempo. Nada más quedarse con diez, el Saint-Étienne encajó el primero tras un centro de Leo Messi que cabeceó Marquinhos.
La segunda asistencia del astro llegó después de una fantástica jugada individual, en la que una vez más atrajo a numerosos rivales. Luego, dejó solo a Di María, quien hizo el resto para hacer el 1-2.
Finalmente, con el choque ya casi cumplido, la historia del 1-1 de la primera parte se repitió. Templó Leo Messi y cabeceó de nuevo Marquinhos para firmar un fin de partido tranquilo de los parisinos, aunque con el evidente disgusto de la importante lesión de Neymar.