Mestalla, primer gran escenario de la obra de Setién

Quique Setién ha vivido dos preestrenos complicados. No por los rivales, que mucho han hecho, sino por la propia incapacidad de un equipo azulgrana reto que el técnico cántabro tiene que volver a unir.

La realidad es que las victorias del Barcelona con Quique Setién han arrojado más desazón que luces. En ninguno fue capaz de imponerse con claridad y demostraron que sola la posesión no vale, hay que hacer algo con ella.

Messi decidió ante un correoso Granada; Griezmann salvó la vida en Copa ante un combativo Ibiza. Ante el Valencia, todo apunta a que las individualidades no sacarán del aprieto al Barcelona.

Mestalla siempre ha sido un territorio difícil y hóstil para el cuadro barcelonista. El Valencia, además, llega en Liga de una durísima derrota en Son Moix y necesita cambiar su imagen por la anterior a las Navidades, cuando la sensación de conjunto era lo habitual en los partidos del equipo de Celades.

Lo normal, por tanto, es pensar que, con lo visto hasta ahora, al Barcelona no le da para ganar en Mestalla. Mientras los jugadores asumen el nuevo 3-5-2, Setién debe convencer a la plantilla con sus ideas por delante en tres aspectos fundamentales: la solidez defensiva, una posesión útil y el equipo por encima de todas las estrellas.

No será una tarea sencilla para el ex entrenador del Betis. En defensa, el Barcelona ha perdido fiabilidad y es complicado que mantenga su portería a cero. Además, la presencia de Piqué en el campo se antoja cada vez más necesaria.

Por otro lado, el exageradísimo dominio de la posesión ante el Granada no fue nada fructífero. Setién tiene que encontrar la llave para abrir la defensa rival y, para ello, será esencial la participación de unos laterales muy ofensivos y unas bandas muy abiertas.

También será clave el sentimiento de unidad que debe mantener el Barcelona por encima de los nombres. En una plantilla plagada de estrellas, Setién tendrá que erigirse en el capitán del barco para que cada uno aporte su trabajo, ni más ni menos. Todo eso se verá en Mestalla, la primera gran función del Barça de Setién.