Poco después de que terminara la final disputada en Kiev, en la que el equipo español ganó al Liverpool por 3-1, los seguidores comenzaron a llegar a la plaza, vestidos con camisetas oficiales y ondeando bufandas y banderas.
Una vez allí, encendieron bengalas de humo de color blanco y corearon cánticos, celebrando la que es, además, su tercera Champions consecutiva.
Aunque los tantos del Madrid los anotaron Karim Benzema y Gareth Bale (2), Cristiano Ronaldo también estuvo presente en los gritos de los aficionados, quienes lo aplaudieron y lucieron su camiseta.
La Cibeles estuvo custodiada por decenas de policías que vigilaron el monumento y dispusieron vallas a su alrededor para protegerlo.
La réplica de la diosa, que se ubica en la céntrica colonia Roma, fue un regalo que la ciudad de Madrid otorgó a la capital mexicana en 1980, como símbolo de la hermandad entre ambas urbes.
El lugar se ha convertido en un punto de encuentro para celebrar tanto para las victorias del Real Madrid como las de la Selección Española de fútbol, como ocurrió cuando esta ganó la Copa del Mundo en Sudáfrica el año 2010.
26 de mayo de 2018