Aprovechando su entrevista con 'L'Équipe', Yaya Touré quiso abordar una de las mayores lacras del fútbol moderno: el racismo. Quiso ejemplificar su parecer poniendo de referencia a su hijo, que siempre quiso seguir el mismo camino.
"Mi hijo no es futbolista por culpa del racismo", reconoció el ex centrocampista, impactado porque algo así afecte todavía en pleno Siglo XXI al deporte actual, sobre todo al fútbol.
"Soy sensible al respecto porque es algo que me duele todo el tiempo. Mi hijo quiere jugar al fútbol y convertirse en futbolista, pero le dije: 'No, no puedes hacer eso", recordó el costamarfileño.
Y desveló las razones de su consejo: "Tengo que aceptarlo, me negué a dejarlo jugar al fútbol. ¿Por qué? Por estas cosas -el racismo-".
El ex de Barcelona o Manchester City vivió durante su carrera varios episodios difíciles en este sentido y no ha querido que su hijo tenga que pasar por ello en un futuro.