Fue uno de esos fichajes mediáticos, y uno de los grandes naufragios blancos. Llegó al Madrid siendo el fichaje más caro de la historia del club, y eso le marcó.
Así lo ha explicado, en el marco de su serie de Netflix. Explicó cómo vivió sus primeros días como jugador del Madrid. "Comprendí que significa ser una estrella cuando llegué al Madrid... y lo odié", espetó, para comenzar.
"Tras la rueda de prensa, llegué al vestuario. Llegué el primero y me senté. Cada jugador que llegaba me decía: 'Ese es mi sitio'. 'Ah, perdona, ¿puedo sentarme ahí?' 'Si, claro, ahí si', y llegaba otro y me decía: 'Ese es mi sitio'. Así, como 20 veces", continuó.
Y fue lapidario. "Pensé: '¿Qué hago aquí? Este va a ser un entorno hostil y duro'. Aquel día no fue más que el principio de una pesadilla", apuntó también.
La presión era intensa. Quizá desmesurada para él. "La presión fue enorme desde el principio. Me daba cuenta de ello porque en la prensa, cada día hablaban de mí o salía una foto mía", relató.
"No estaba dando la talla en el campo, en parte, porque no tenía vida privada. No podía hacer nada. Tenía 20 años y no podía salir. Hablaban de todo lo que hacía. Sí compraba algo, salía en los periódicos", dijo a continuación Anelka.
"La prensa te pide que te abras pero yo no soy alguien abierto. Puede que eso tuviera que ver con que no me aceptaran en el equipo, que no se me dieran bien las cosas sobre el campo, que la prensa no estuviera de mi lado...", dijo, para cerrar este capítulo.
Y también explicó cómo fue su famosa huelga. "Metí un gol y estaba super feliz. No jugué bien el siguente partido y después, dejé de ser titular. Así que fui un día a entrenar y dije: 'Tenemos que hablar'. Me dijeron: 'Después de entrenar'. Y me negué, quería que fuera antes del entreno", explicó.
"Insistieron en que no, que luego. Me sentó mal su reacción y pensé que si ellos eran bordes, yo también lo sería. Tenía una mentalidad de calle y no era nada dócil", dijo Anelka.
Así plantó cara al mismísimo Lorenzo Sanz. "Falté y me citó el presidente del Real. Hablamos y me dijo: 'Más te vale ir mañana'. Le contesté: 'Ya veremos qué pasa mañana'. Me culparon de todo a mi, pese a que solo quería que me dejaran tranquilo para centrarme en el fútbol y demostrar que tenía talento y podía jugar en el Madrid", reveló.
"Fue duro volver a entrenar porque los jugadores estaban contra mí. Muchos de ellos fueron a por mi en el campo pero venía de Inglaterra estaba acostumbrado al contacto. Hubo algunos forcejeos y disputas en el terreno de juego pero después, todo volvió a la normalidad", dijo también.
De esa actitud también hizo gala en otra anécdota famosa, cuando con 19 años el seleccionador francés le dejó fuera del Mundial que en 1998 se iba a disputar en su propio país. "Sentía que algo no iba bien. Estaba con Henry en la habitación y me pidieron que bajara", contó Anelka.
"Fui a la habitación del entrenador. Era el segundo o el tercero en llegar. A cada uno nos explicaba el porqué de la exclusión definitiva de la lista. '¿Tú? Es normal', me dijo y pasó al siguiente. No se si era consciente. Eso puede destruir la carrera de un chaval de esa edad que no fuera fuerte mentalmente", continuó.
Pires, compañero suyo en 'les Bleus', relató cómo se marchó Anelka de la concentración. "Estábamos jugando al ping pong y vimos que se iba con las maletas. Estaba tranquilo, muy relajado y me dijo: 'Da igual, así tendré tiempo de sacarme el carnet de conducir", espetó.
"Este tío está loco', pensé. Me dejó de piedra y me di cuenta de que era alguien totalmente diferente", añadió Pires.