Su salida a final de la temporada 2017-18 fue uno de los momentos más traumáticos para el Barça en los últimos años, ya que veía a una de sus leyendas poner fin a su paso por el cuadro de la Ciudad Condal.
Iniesta hizo las maletas y puso rumbo a Japón para jugar en el Vissel Kobe. Un cambio radical a todos los niveles que al manchego le costó asumir.
"La adaptación no ha sido sencilla, ni en lo deportivo ni en lo familiar, porque las costumbres de los japoneses son radicalmente distintas a las nuestras, pero ahora, por fin, mi mujer y mis hijos nos sentimos adaptados y toca disfrutar", comentó el eterno '8' en una entrevista concedida a 'Esquire'.
Además del estilo de vida, lo que más le costó asumir a Iniesta fue el cambio de mentalidad que supone pasar de jugar en el Barça a hacerlo en su actual club.
"Los japoneses son mucho más calmados que nosotros. Los aficionados animan y protestan, pero no se disgustan o se enfadan. Viven la derrota de manera muy diferente. "Vale, hemos perdido. ¿Y qué? Esta filosofía es la que más me ha costado asimilar", apuntó el ex azulgrana, que dejó claras las diferencias entre el vissel y el Barcelona.
"Todo es muy diferente. Mi paso por el Vissel Kobe es infinitamente más tranquilo que mi etapa en el Barça", concluyó el héroe de España en aquel Mundial de 2010.