Quedan menos de dos semanas para que Kylian Mbappé confirme si renueva con el PSG o si ficha por el Real Madrid. Él mismo lo dijo en la gala de los premios del sindicato francés. Poco después, 'ESPN' filtraba que, en las oficinas del Parque de los Príncipes, habían perdido la esperanza. Ahora, 'Foot Mercato' informa de una nueva reunión con el delantero.
El objetivo de los mandamases del equipo francés es presentarle su proyecto deportivo. Son conscientes de que su prioridad no es el dinero. Ya lo ha demostrado al no verse nada atraído por las ofertas más recientes que le ha hecho la entidad y que basaban sus intentos por que se quedara en aumentar su salario, sus bonus o sus condiciones como marca.
Como ha venido indicando su entorno e incluso su propia madre a través de sus redes sociales, el futbolista quiere ser respetuoso con todas las partes, no precipitarse y esperar a estar totalmente seguro de su decisión antes de hablar sobre ella en público. De ahí que no se haya 'mojado' en prácticamente ningún momento desde el verano pasado, cuando los 'merengues' ya trataron de firmarle para no tener que esperar un año.
Echando un vistazo a la página web de la tienda del PSG, se pueden encontrar evidencias que le acercan al Real Madrid, pues el club galo ha dejado de vender la primera equipación con su nombre. Teniendo en cuenta el poderío económico que supone cualquier producto con su nombre, esto es muy llamativo.
¿Dinero o proyecto?
Se ha mencionado en infinidad de filtraciones el par de factores que condicionan este fichaje: el dinero y el proyecto. En el Real Madrid, la directiva encabezada por Florentino Pérez tiene condiciones para rivalizar con el elevado presupuesto del PSG. Ha firmado, esta temporada, tres remontadas inauditas en la Champions League y oposita a ganarla.
Además, su plantilla cuenta con futbolistas de mucho nivel y futuro. Eduardo Camavinga, Vinicius, Rodrygo... Mbappé compartirá vestuario con profesionales con los que podrá crecer con la vista puesta en su objetivo de seguir siendo de los mejores del planeta. De ahí que crezca el temor en París: puede que la economía no sea suficiente.