El último servicio de Ranieri: el doble milagro del Cagliari

Todo genio se gana un lugar en la memoria colectiva gracias a su obra maestra. La historia recuerda a Da Vinci por la Gioconda, a Velázquez por las Meninas y a Van Gogh por la Noche Estrellada. Y los anales del fútbol recordarán a Claudio Ranieri, sin ninguna duda, por la machada del Leicester: romper los equilibrios de la mejor liga del mundo llevando a la gloria a un equipo que hasta entonces ligaba con el descenso.

Pero el fútbol también ha brindado desencantos a Ranieri antes y después de Leicester. La carrera del técnico italiano, iniciada en 1988 justamente en el Cagliari, define a un técnico nómada por necesidad. En sus primeros años llegó a probar suerte en España de la mano de Valencia y Atlético, y a continuación dirigió a Juventus e Inter, sin demasiada fortuna.

Ranieri, que también entrenó en Francia al Nantes, regresó a Italia para cerrar su carrera. El técnico se sentó en los banquillos de Roma y Sampdoria, con un paréntesis británico en el Watford. En enero de 2023, sin embargo, puso rumbo a Cagliari, primer equipo de su carrera profesional, para cerrar el círculo de su aventura futbolística.

La cultura sarda ha dado a conocer el proverbio "s’hommini bonu fueddat in facci" (el hombre honesto dice las cosas a la cara). Una expresión que Ranieri encarna a la perfección. El entrenador romano aseguró algunos meses atrás que no dirigiría a otro club al término de su etapa en Cagliari. Promesa cumplida.

Del 'pavolettazo' al amago de dimisión

Ranieri aceptó la oferta del Cagliari en enero de 2023. El equipo sardo, un clásico de la categoría de oro en la última década, acababa de caer a la Serie B. La realidad no satisfacía las expectativas: el Cagliari se encontraba fuera de las posiciones de promoción de ascenso, que alcanzan hasta la octava plaza. El reto de Ranieri pasaba por devolver el alma a un equipo que necesitaba ofrecer mucho más.

El Cagliari recuperó sensaciones en la segunda vuelta. Empezó a vencer y convencer, hasta convertirse en el tercer mejor equipo de la segunda mitad de campaña, solo por detrás de Frosinone y Genoa. Así, el cuadro cagliaritano obtuvo su billete para el ‘play off’ de ascenso como quinto clasificado de la liga regular.

El equipo ‘rossoblù’ dejó en la cuneta a Venezia y Parma antes de citarse en la final con el gran favorito: el Bari, tercero en la liga regular. Los 'galletti', de hecho, tenían en la mano el ascenso en el descuento del partido de vuelta, hasta que Leonardo Pavoletti anotó el 2-1 global que devolvía al Cagliari a la Serie A un año después. Pavoletti, héroe sardo desde aquella noche, firmó la epopeya de Ranieri en seis meses a la orilla del Tirreno.

Come abbiamo fatto per trent’anni senza te, Mister? pic.twitter.com/NjXEcgmmR7

— Cagliari Calcio (@CagliariCalcio) June 12, 2023

El regreso a la Serie A, no obstante, trajo de vuelta la oscuridad a Cerdeña. El Cagliari ocupaba en febrero la penúltima plaza, lo que condujo a Ranieri a una drástica decisión. “Decidme si soy yo el problema, y si es así, me voy”, dijo Ranieri a su plantilla tras la derrota con la Lazio. De nuevo, el hombre que dice las cosas a la cara, como afirma el proverbio sardo.

Pero la plantilla, con el capitán Pavoletti al frente, y la directiva tomaron parte por Ranieri. El entrenador decidió retirar su dimisión y continuar a los mandos del Cagliari. Y, como la pasada temporada, el club cagliaritano remontó el vuelo. A falta de una jornada, el Cagliari ha sellado la permanencia matemática en la Serie A, algo que parecía una quimera en febrero.

Ranieri, de 72 años, ha decidido cerrar a lo grande su paso por el Cagliari. El entrenador ha cumplido su promesa de cerrar su círculo particular en Cerdeña, aunque dejó la puerta abierta a una experiencia como seleccionador, si llega la ocasión. A la espera de tal propuesta, el fútbol recuerda a partir de hoy a Ranieri como un hombre que supo hacer milagros desde el barro.