Lo de Nacional es un caso extrañísimo. El 'Verdolaga te puede ofrecer un día un partido medio bueno y luego otro en el que es un auténtico esperpento, como están siendo sus últimas actuaciones.
No hay que irse muy lejos para ver lo que pasó ante Patriotas, el colista del Apertura, y River Plate de Montevideo, en la Sudamericana. Una derrota y un empate que escocieron y mucho a la afición, que centraron las miradas en Juan Carlos Osorio.
El técnico, que en su día llevó al cuadro 'paisa' a alcanzar la gloria con la Copa Libertadores, está viéndose en una situación comprometida porque su equipo no juega a nada. Es ramplón, sin ideas y eso no puede pasar en un club de tanta envergadura como Nacional.
Si su cabeza ya estaba en la diana, Millonarios la colocó prácticamente en una bandeja de plata. El cuadro 'embajador', que tampoco está muy allá que digamos, hicieron de Halloween una noche de pesadillas para su oponente.
El terror que generaron Arango y Ayron del Valle en la defensa visitante ayudó y mucho a que el partido estuviese prácticamente resuelto en la primera parte. No hay más que mirar el partido de Braghieri, que hizo aguas en los dos primeros goles locales.
Noche de brujas
En el 19', Emerson Rodríguez encaró al defensor y lo bailó con suma facilidad para cruzar ante Cuadrado, que previamente había hecho un paradón a disparo de Arango. 1-0 y Osorio se escondió en su cueva.
Justo a la media hora de partido, Braghieri continuó con su nefasta noche y cometió una imprudencia en el área. Pilló a Arango y lo derribó de forma absurda dentro del área. Una torpeza que le costó a su equipo el segundo, obra de Ayron, que marcó a la segunda tras fallar el penalti.
Se veía venir la tragedia y justo antes del descanso entró a escena el tercero. Arango recibió, levantó la cabeza y fusiló a Cuadrado con la pierna derecha. Y de esta forma se puso punto y final a una primera parte vergonzosa de los de Osorio, que no encontraron en su entrenador a un líder para intentar darle la vuelta a la situación.
A Nacional le hacía falta un milagro para remontar un 3-0 y, tras un triple cambio en el inicio de la segunda mitad, lo encontró aparentemente con la expulsión de Vargas, que derribó en una zona comprometida a Duque. El árbitro, que fue al VAR, pitó penalti en primera instancia, pero cambió de parecer porque fue falta.
El 'Verdolaga' no tenía su noche y no fue capaz de marcar. Se notó la mejoría en la segunda mitad, pero también hay que decir que su rival le dejó hacer al verse en inferioridad numérica.
Lo normal es que con uno más seas capaz de hacer daño, pero Nacional se quedó con las ganas. Ni Perlaza, ni Candelo, ni nadie hizo nada por cambiar las cosas. El desenlace fue el de la primera mitad y evidenció el problema que tiene encima Osorio.
O hace que su equipo mejore en todas los aspectos del juego o su etapa terminará más pronto que tarde en el club. Alegría en Millonarios, que sigue soñando con meterse entre los ocho mejores.