No necesitó demasiado el Real Madrid para tumbar al Zhytlobud-1 ucraniano. El partido fue de las de Toril de cabo a rabo, ante un rival voluntarioso, pero incapaz de poner en apuros a las 'merengues'.
El objetivo del Real Madrid en esta primera participación en la Champions League Femenina pasaba por hacer pleno en casa. A partir de ahí, ganar en Ucrania e Islandia, y puntuar ante el PSG hubiera sido el sobresaliente.
Se puede decir, por tanto, que con esta victoria las de Toril llegaron al notable en su debut. Su último rival, un Zhytlobud-1 que lo intentó, pero no lo suficiente para sacar algo en claro de Valdebebas.
Desde el primer minuto el conjunto de Járkov dejó claro que iba a ser una molestia, que iba a presionar y a intentar salir a la carrera cuando su rival le dejara espacios. El problema es que eso no ocurrió.
El balón era predominantemente blanco, y las ucranianas se limitaban a perseguirlo. Las primeras llegadas del Madrid fueron por las bandas, pero el verdadero peligro lo tuvieron a balón parado.
Ahí la libreta de Toril destrozó a su rival. Cada vez que había un córner, una falta cerca del área, cualquier acción a balón parado, el Zhytlobud-1 se echaba a temblar, y con razón.
Así llegó el 1-0, un gol de Peter, quien había subido a rematar una falta. Lo hizo de primeras, se topó con una buena mano de Svidunovich, pero la guardameta bielorrusa, que disputaba su primer partido en esta Champions, no pudo atrapar el balón.
Este quedó muerto a los pies de la capitana blanca, quien solo tuvo que meter la puntera para, ahora sí, anotar el primer gol de la contienda.
El conjunto ucraniano trató de reaccionar, pero fue en balde. Las locales apretaron en busca del segundo, y tampoco lo encontraron rápido y el partido entró en una fase más lenta, en la que todo se adormiló.
Hasta que en el 41', una falta en el lateral del área, casi sobre la línea de fondo, acabó siendo el 2-0. Teresa, la responsable de todo balón parado, en vez de colgar el balón se lo dio raso atrás a Maite Oroz, y esta remató a la perfección para hacer el 2-0.
Aquello dejó visto para sentencia el partido, pues en toda la segunda parte el marcador no se volvería a mover hasta casi el mismo final.
El segundo tiempo fue un monólogo del Real Madrid. El Zhytlobud-1 fue incapaz de hacer daño a su rival ni cuando este levantó el pie.
La guinda al pastel la puso Esther, en el minuto 92', al rematar de volea un centro de Lorena desde la derecha. Así terminó la fase de grupos de las blancas, que ya esperan rival en octavos. Barcelona, Olympique de Lyon o el ganador del Grupo A (Chelsea o Wolfsburgo), sus posibles rivales.