Mattia Caldara daba nombre a una de las grandes esperanzas del fútbol italiano hace unos años. El defensa comenzó a brillar en un novato Atalanta, poco antes de que esta alcanzase la cúspide de su machada con la clasificación a la Champions. Su potencial llamó la atención de muchos grandes, y la Juventus se adelantó a todos comprando su pase por 19 millones para dejarlo cedido en Bérgamo.
No obstante, nunca llegó a debutar de 'bianconero'. En 2018 la Juve hizo una oferta al Milan por Leonardo Bonucci, y propuso a Caldara, de entonces 24 años, como contrapartida. La operación se cerró, a pesar de la oposición de la hinchada juventina mediante la etiqueta #CaldaraNonSiTocca (Caldara no se toca).
Más felicidad circulaba en Milán. Los 'rossoneri' ficharon a Caldara por una cantidad cifrada en 37,76 millones de euros, convencidos de tener a uno de los futuros centrales fijos de la selección. Ahora, 5 años más tarde, la realidad es muy distinta, y el capítulo de lesiones de Caldara se ha convertido en un lastre para el club.
La aventura de Caldara como milanista inició el 20 de septiembre de 2018. El defensa disputó los 90 minutos del partido de Europa League contra el Dudelange. A partir de ahí, empezaron los problemas. Una pubalgia lo mantuvo fuera durante unas semanas, y cuando ya había retomado los entrenamientos, una doble lesión (en el gemelo y en el tendón de Aquiles) lo mandó a la enfermería con carácter indefinido.
En marzo de 2019 comenzó a ver la luz al final del túnel, jugando un partido con el equipo juvenil. Y en abril llegó el día de su segundo y último partido con el Milan. Salió como titular en Coppa Italia ante la Lazio, jugando 65 minutos. A partir de ahí, comenzó el misterio. Una nueva lesión lo dejó fuera de las convocatorias hasta el mes de noviembre.
Pioli, que había llegado al banquillo el mes anterior, lo convocó en 5 ocasiones, pero nunca lo hizo jugar. Y en el mercado de enero, el Milan aceptó su regreso a la Atalanta como cedido. Para sorpresa de todos, Caldara debutó ipso facto, el 15 de enero, en un partido de Coppa contra la Fiore, cuando se suponía que todavía estaba en proceso de recuperación.
El defensa jugó temporada y media a préstamo en la Atalanta, pero no recuperó el nivel de su primera etapa. Solo había disputado 20 partidos de liga al término de su cesión, en junio de 2021. Eso sí, tuvo tiempo de jugar el partido más relevante de la historia del equipo a nivel europeo: los cuartos de final de la Champions 2019-20 contra el PSG.
En las dos siguientes temporadas, Caldara salió cedido a Venezia primero y Spezia después. Encontró mayor continuidad como titular, pero no esquivó el descenso en ambas ocasiones. Este verano ha regresado al Milan, que no le ha encontrado salida, y por tanto lo ha mantenido en la plantilla.
El Milan, de hecho, lo incluyó en la lista para la Champions, contando con él como fondo de armario. Sin embargo, una nueva lesión le mantendrá lejos de los terrenos de juego. En los últimos días se ha sometido a una artroscopia en el tobillo, sin haber jugado un partido oficial esta campaña, que le mantendrá de baja al menos tres meses.
Su contrato expira en 2024, y nada apunta a que será renovado. La etapa de Caldara en el Milan verá su fin a final de temporada, entre expectativas incumplidas y misteriosas lesiones. Queda por dilucidar, eso sí, si el defensa se vestirá de corto por tercera vez con el Milan antes de su marcha.