Una auténtica montaña rusa fue el cara a cara que enfrentó al Athletic y al Mallorca en San Mamés. El partido vivió dos tiempos totalmente diferentes en los que ambos conjuntos lideraron por momentos, pero fueron los de Gaizka Garitano los más acertados de cara a portería.
Muy pronto llegó el primer tanto del encuentro, después de que el colegiado del duelo, Pablo González Fuertes, pitara penalti a favor del Athletic, una pena máxima que se encargó de transformar Raúl García desde los once metros.
Sin levantar el pie del acelerador, apenas ocho minutos después los 'leones' ya estaban cantando el segundo gol, un tanto que llegó de las botas de Sancet, uno de los protagonistas del partido, pues se estrenó en LaLiga con su primer tanto.
Le pegó de primeras tal y como le llegó el balón al joven mediocentro de 20 años, un zapatazo raso e imparable ajustado al palo derecho de la portería de Manolo Reina, que pese a su estirada no pudo hacer nada para atajar el balón.
Sin tiempo para más en la primera mitad, la segunda parte pasó a tener acento balear, un segundo tiempo en el que el conjunto mallorquín salió a matar desde el primer momento, buscando recortar distancia en el luminoso lo antes posible.
Los de Vicente Moreno creían en la remontada y eso se notó sobre el césped de la 'Catedral'. Kubo lideraba el ataque del Mallorca, pero fue de la misma forma que llegó el primer tanto del Athletic como apareció el del conjunto mallorquín.
González Fuertes volvió a señalar pena máxima, pero esta vez a favor de los visitantes, tras una falta de Yuri al recién entrado Trajkovski. Desde los once metros, a Budimir no le tembló el pulso para recortar distancias.
Con el Athletic totalmente metido en su campo y el Mallorca manejando las riendas, el empate era solo cuestión de minutos, hasta que apareció Villalibre para acabar con todas las ilusiones de remontada.
Dos penaltis, un estreno en Liga y un agónico final
Villalibre mandó el esférico al fondo de la portería rival tras una jugada para enmarcar de Córdoba y la asistencia de Vesga, que levantó la cabeza y vio totalmente solo a su compañero de vestuario en el palo contrario, una gran jugada colectiva para sentenciar el duelo a favor de los 'leones'.
Un agónico final en el que el Mallorca tuvo el empate en sus manos, pero se le escapó en el último suspiro. Con esta trabajada victoria, los de Garitano ascienden hasta la novena plaza gracias a sus 45 puntos, quedándose a tan solo tres de la zona europea. Tiene motivos de sobra este Athletic para soñar con la Europa League.
Situación muy diferente en la que se queda el Mallorca, inmerso en la zona roja del descenso con tan solo 26 puntos en sus manos, a seis de la salvación.