Gales revivió en el Estadio Olímpico de Baku por medio de Kieffer Moore. El espigado delantero del Cardiff City marcó el gol del empate ante una Suiza que dio un paso atrás.
El gol de Embolo cambió el partido por completo. Pasó de dominar Suiza a hacerlo Gales, que comenzó a buscar con ahínco la portería de Yan Sommer.
En un balón colgado por Joseff Morrell, tras un córner desde la derecha sacado en corto, el espigado delantero galés se adelantó a todos en el primer palo para cabecear totalmente solo.
Tuvo un movimiento de gran cabeceador el jugador de la Selección de Gales para rematar de cabeza, aún vendado por el golpe en la primera mitad, y poner el 1-1 en el electrónico.