Acostumbrados a que los árbitros vivan en continua indefensión ante los jugadores y actitudes beligerantes, se invirtieron los términos en Ipurua. Por sorpresa, Alberola Rojas le dio una leve colleja a Morata, quien acabó de los nervios y amonestado por no no dejar de protestarle.
Para ponernos en situación: Cucurella hizo una entrada al delantero rojiblanco que no le gustó un pelo. Morata fue a pedirle explicaciones a Alberola Rojas, quien, en un gesto cariñoso poco habitual en los colegiados, puso la mano en el cuello del jugador y lo empujó levemente.
Rápidamente, el delantero español le pidió explicaciones. En repetidas ocasiones, tal y como captaron las cámaras le espetó: "Me has dado una colleja". El árbitro ciudadrealeño esbozó una sonrisa y volvió a tocarle, esta vez en el hombro en señal amistosa para que olvidara lo ocurrido y siguiera jugando.
Lejos de contentarse, Morata insistió en reprenderle lo ocurrido. La protesta, con el partido en juego, continuó durante un par de minutos. El árbitro aguantó lo que pudo y, en un claro gesto de resignación, le amonestó para que dejara de hablar.
Con el choque ya acabado, el delegado de campo de Simeone tuvo que agarrar a Morata para evitar males mayores, puesto que pretendía seguir hablando con el colegiado acerca de la discutida acción.
La acción en sí fue dantesca, pero es que llega también en un contexto inflamable para el Atlético de Madrid tras la expulsión de Diego Costa en el Camp Nou y los ochos partidos de sanción que le costaron.
20 de abril de 2019