Hay momentos que pasan una vez y ya no vuelven. Y quizá eso pasara por la cabeza del delantero 'colchonero' cuando Trippier lo dejó solo ante el meta blanco y disparó al muñeco.
En contexto: corría el minuto 81. Trippier avanzó bien en una de sus múltiples llegadas y la puso dentro del área para Morata, con Sergio Ramos ya superado. Tenía la opción de empalar una volea que, de tan cerca que habría sido, seguramente hubiera sido imparable.
Sin embargo, Morata optó por meter interior a un lateral, y ahí la envergadura de Courtois resultó decisiva para tapar hueco y evitar el gol en el primer palo. Con nueve más el añadido por delante, podría haber resultado más que decisivo para dar al Atlético su primer tanto de la temporada.
La cara de lamento que se le quedó al delantero del Atlético lo decía todo. En primera instancia no tuvo consecuencias, aunque dejó la suerte del partido al tiempo extra.
Eso sí, poco antes Fede Valverde también había mandado al limbo una oportunidad clarísima para haber roto la igualdad.