Dos victorias, un empate y dos derrotas. Así luce el resgitro liguero de un Barcelona en estado de alerta máxima.
La caída en Granada por 2-0 resaltó los problemas de un equipo que, hasta el momento, se ha aferrado a algunos momentos de un De Jong recién llegado, a la reaparición de un Messi a medio gas y a la irrupción de un chaval de 16 años (Ansu Fati).
No son buenos síntomas para un equipo que aspira a todo, sobre todo teniendo en cuenta que LaLiga vive una semana repleta de partidos con hasta tres jornadas en siete días.
El Barça afronta la segunda de las mismas recibiendo este martes al Villarreal en un duelo en el Camp Nou en el que solo le vale una cosa a la parroquia 'culé': ganar.
Para ello, el conjunto de Ernesto Valverde tendrá a su favor la localía (el equipo si es sólido en casa), un Messi con más rodaje y un factor sorpresa: Ousmane Dembélé.
El futbolista galo, tras un verano muy movido respecto a su futuro, regresa al conjunto azulgrana después de superar su lesión sufrida en el primer duelo de Liga frente al Athletic.
'Dembouz' entró nada más estar recuperado en la lista de Ernesto Valverde, que sabe que pese a todo el francés puede ser un factor diferencial.
De hecho, pese a las críticas y todo lo que se habló sobre su comportamiento, Dembélé fue clave en la primera parte de la pasada Liga.
El '11' anotó goles claves en numerosos duelos (Valladolid, Real Sociedad, Huesca, Atlético de Madrid, Rayo...) siendo uno de los jugadores más determinantes antes del final del año.
Y es que el 'Mosquito' parece ser un animal de un otoño que abrió sus puertas en el hemisferio norte este lunes. Habrá que ver si Ousmane vuelve a picar como hace un año.