No van bien las cosas por Valladolid. El club blanquivioleta está cada vez más sumido en el descenso, y solo el hecho de que haya otros tres equipos en grave peligro da vagas esperanzas a los blanquivioletas.
El pesimismo se ha instalado en la capital castellana. El Real Valladolid ha caído a la decimonovena posición, empatado a 21 puntos con Elche y Eibar, dos clubes con los que tiene perdido el golaveraje.
No gana el Valladolid desde su visita a Getafe, a comienzos de año. Desde entonces, siete partidos en los que apenas ha recaudado tres puntos, fruto de los empates contra Elche, Levante y Eibar.
El problema es que esos empates solo valen para ganar el golaveraje al conjunto valenciano, quien ya juega en 'otra liga' y va lanzado a reengancharse al tren por Europa.
Son siete jornadas con pros y contras, pero pesan mucho más estos últimos. El haber vuelto a hacer un papel digno contra rivales de la talla de Valencia o Real Madrid de poco vale cuando el equipo se deja puntos o, peor aún, es derrotado por rivales directos.
La directiva blanquivioleta ha defendido a capa y espada a su entrenador, un Sergio González cuyo crédito parece agotado, al no ser capaz de hacer reaccionar a un equipo que tiene voluntad, pero carece de ideas de medio campo para adelante.
El Valladolid se cimentó en una defensa sólida, y los reveses de esta temporada en forma de ventas, lesiones y positivos han torpedeado el paso adelante, ofensivo, con el que el equipo arrancó el curso.
Ahora le tocan al Valladolid otros tres partidos complicados, en Vigo y Pamplona, y entre medias contra un Getafe de capa caída, pero siempre peligroso, en Zorrilla.
El primer paso será la visita a un Celta que sin Iago Aspas hace aguas. De la presencia del capitán celeste dependerá en gran medida que el Valladolid pueda volver con algo de botín de Balaídos, a la vista de los resultados del cuadro gallego sin él.
La visita del Getafe es importante porque no está tan lejos en la tabla. Los azulones apenas tienen tres puntos más que los blanquivioletas, y es de los pocos de abajo con los que es posible tener el golaveraje ganado.
Y Osasuna, a mediados de marzo, será el rival que puede marcar el punto de no retorno esta temporada para el Pucela. Los rojillos tienen un punto más que el Getafe y no están para nada descartados de la lucha por la permanencia. Es además un rival al que también ganó el Valladolid en la primera vuelta.
Tras esos partidos, marzo terminará para el Valladolid recibiendo al Sevilla y y abril comenzará visitando al Barcelona, dos partidos en los que lo normal sería ganar más moral que puntos haciendo un buen papel, antes de encarar las últimas ocho jornadas, a vida o muerte.