Mou-Pep-Shakira, el triángulo que casi saca a Piqué del Barça

La rivalidad que protagonizaron José Mourinho y Pep Guardiola en el Real Madrid y el Barcelona, respectivamente, es legendaria. Los aficionados recuerdan con especial cariño aquellos 'Clásicos' cargados de tensión en los que, si bien sobraban tarascadas y tanganas, también emoción, y eso los convertían en de los encuentros más esperados del calendario.
La temporada 2011-12 en 'clave azulgrana' se saldó con malas noticias para el equipo. Los 'merengues' levantaron el trofeo de Liga en lo que los 'culés' llevaron a cabo una campaña para nada desastrosa, pero sí por debajo de las altas metas que se marcaron a inicios de curso. Y esta situación estuvo cerca de llevar a Gerard Piqué lejos de la Ciudad Condal.
Él mismo lo reconoció en una entrevista con el programa humorístico 'La Sotana'. Cuando Mou y Pep esgrimían roces día sí y día también en rueda de prensa, el técnico español optó por un control absoluto de lo que acaecía en el vestuario. Al menos, es lo que relató el defensa en la comparecencia antes referida.
"Llegamos a un punto de tensión con él importante y del vestuario en general. La rivalidad con José Mourinho desgastó mucho. Pep quería un absoluto control de todo lo que pasaba. Yo empiezo a salir con Shakira y la relación con él cambia", reconoció, si bien precisó que, actualmente, esto ha cambiado: "Ahora, la relación es perfecta".
Pero no por ello deja de ser interesante estudiar qué ocurrió en aquella época desde la perspectiva de Gerard Piqué, que reconoció que se sintió observado en la Ciudad Deportiva: "Tenía mucha presión. Sentía que, en los entrenamientos, lo tenía que hacer todo perfecto. Si hubo algún momento en el que me he planteado irme del Barça, fue aquella temporada".
Conviene recordar que la relación del futbolista con Shakira comenzó en 2010, cuando la Selección Española participó en la grabación del videoclip de una de las canciones del Mundial de Sudáfrica, el afamado "Waka-Waka". La propia cantante, en diversas entrevistas, ha reconocido que se conocieron entonces. Años más tarde, le dedicó el tema "Me enamoré", cuya letra está inspirada en ese primer encuentro.
Pero fue en 2011 y 2012 cuando su pareja se asentó y llegaron los momentos más duros para el central, como él mismo atestiguó en 'La Sotana'. Quizás esta problemática la espolearan derrotas dolorosas como la de semifinales de Champions League ante el Chelsea, en la que Fernando Torres truncó las esperanzas de remontada azulgranas con un gol en el tiempo añadido.
La campaña sí que acogió varios grandes momentos, como la goleada por 7-1 al Bayer Leverkusen en octavos de final o la conquista de la Copa del Rey ante el Athletic, pero perder el cara a cara en la Liga con el Madrid de Mourinho y la inminente marcha de Pep Guardiola terminaron por erosionar la relación entre el estratega y Piqué.
Afortunadamente para Piqué, Guardiola y los aficionados en general, estos momentos de tanta tensión ya han pasado. En la actualidad, el capitán es una de las figuras ilustres de un Barcelona que ha de volver a brillar y que, en gran medida, está consiguiendo una reválida para intentarlo porque él mismo se ofreció a bajarse el sueldo para inscribir a efectivos clave como Memphis Depay.
Mientras futbolistas trascendentales en la historia reciente del club como Leo Messi o Luis Suárez se despidieron, él continúa como uno de los principales exponentes, incluso a nivel de goles, de la plantilla. El curso 2021-22, curiosamente diez años después de su 'pelea' con el técnico de Sampedor, podría anclarle aún más en esa vitola de 'presidente' que la afición le ha entregado.
Entretanto, Pep está centrado en su búsqueda de la Champions League con el Manchester City. Se ha asentado en un proyecto capaz de proveerle de estrellas que se adaptan a la perfección a sus métodos de depurado control de la posesión y presión tras pérdida y contempla desde Inglaterra con alegría y orgullo cómo Piqué termina de esculpirse en leyenda azulgrana.