El mundo del fútbol cuenta las horas para ver el debut de Moukoko en la élite. El joven delantero camerunés lleva cuatro años arrastrando consigo un alud de expectativas que han suscitado numerosas comparaciones con el astro argentino. Pero su estilo de juego se aproxima más al de la estrella del Paris Saint-Germain.
Es zurdo, es casi imposible pararle y mete goles, muchos goles. Quizás por eso, muchos hayan decidido ponerle la etiqueta de 'nuevo Messi' a Youssoufa Moukoko, incluso gente que conoce también al argentino como Samuel Eto'o. A sus 16 años recién cumplidos, el canterano del Borussia Dortmund se prepara para debutar al fin en una Bundesliga que relajó su normativa sólo por no tener que esperar un año más para verle en acción.
Lo cierto es que al chico ha sido imposible pararle. Con 13 años ya jugaba como uno más en el equipo Sub 17; a los 15, no tuvieron más remedio que ascenderle al Sub 19. En todo este tiempo, el potente atacante ha marcado un total de 141 tantos en 88 encuentros disputados. Ni siquiera Lionel Messi, que marcó 89 en 97 partidos en todas las categorías de Fútbol 11 de La Masía, puede presumir de una precocidad y puntería semejantes.
Pero las comparaciones son odiosas, más aun cuando se implica a uno de los mejores futbolistas de la historia en la ecuación. Si bien ambos tienen la capacidad de moverse por diversas zonas del terreno de juego con notable soltura, el mapa de acción de Moukoko no deja lugar a dudas: es un animal de área. El argentino también es determinante alrededor de la misma, qué duda cabe, pero su influencia en la construcción del juego le lleva a estar menos tiempo en boca de gol.
Los dos futbolistas -Moukoko, recordemos, sólo en categorías inferiores- son capaces también de dejar atrás a sus rivales con suma facilidad. Eso sí, utilizando recursos diferentes. Mientras el '10' barcelonista tiende a realizar pocos 'sprints', los justos y necesarios, a lo largo de un partido, el camerunés se vale de su poderosa zancada y corpulencia física para imponerse en carrera a quien se le ponga por delante. En esto, sin duda, recuerda más a Kylian Mbappé.
También por su forma de salir airoso de situaciones comprometidas. Ya sea en banda -como Mbappé- o en el carril central, el canterano del Borussia Dortmund ha demostrado una gran habilidad para superar a su marcador haciendo uso del regate. Pese a ser zurdo, Moukoko se ayuda frecuentemente de su pierna derecha para desequilibrar a quien intente obstruirle el paso, aunque su golpeo con ella, no tan frecuente, no es ni mucho menos tan preciso.
Como el francés, el internacional Sub 19 con Alemania ataca los espacios con una determinación pasmosa, especialmente en combinación con sus compañeros de equipo, a los que también asiste de tanto en cuando. Aunque tiende a armar el disparo una vez se encuentra ya en el área -por lo general, duro y cruzado, a pie natural-, Moukoko ha demostrado también sus grandes dotes en los tiros de larga distancia.
Pero una de sus mayores virtudes, aparte del gol -y en esto coincide también plenamente con el delantero del Paris Saint-Germain-, es la facilidad que tiene para montar el contragolpe. Ya sea de forma individual, gracias a su poderosa zancada y una vertiginosa velocidad punta, o colectiva, Youssoufa Moukoko ha sido un verdadero quebradero de cabeza para los técnicos que se enfrentaban al equipo Sub 19 del Borussia Dortmund.
En un sistema vertical en el que priman la presión alta y las transiciones rápidas como el de Lucien Favre, el adolescente puede convertirse en activo muy importante, cuando menos. Tiempo de adaptación aparte, su perfil se amolda perfectamente al de un equipo que ha dado prioridad en los últimos tiempos a la juventud. Prueba de ello son Jadon Sancho (20), Erling Haaland (20) y Giovanni Reyna (18).
Todo hace indicar que, como en categorías inferiores, Moukoko partirá desde una posición central del ataque cuando le toque salir al césped; probablemente, como recambio del delantero noruego, cuatro años mayor que él. Comparaciones aparte, pues en fútbol son especialmente odiosas, pocos dudan que el camerunés tendrá en su talento y su insultante precocidad los mejores argumentos para ganarse un sitio en el equipo del técnico suizo.