Cuando José Mourinho era consciente de que iba a firmar un contrato con el Fenerbahçe, se propuso clasificarlo para la Champions League como meta principal. No lo ha logrado. La resolución se dio en la tardenoche de este martes, cuando su equipo se vio las caras con el Lille en la vuelta de la tercera ronda en la fase previa. Los franceses habían ganado por 2-1 en suelo galo y tenían que amarrar el boleto en tierras turcas.
Para el cumplimiento de los 90 minutos reglamentarios, este iba a ser el desenlace, pero, gracias a un saque de banda que los locales dispusieron en el corazón del área, Bafodé Diakité se anotó un gol en propia puerta y facilitó el acceso a la prórroga. Quería despejar la pelota, que le venía de sopetón porque había rebotado en otro futbolista, y la alojó en el fondo de las mallas de Lucas Chevalier, sin margen para reaccionar.
En el tiempo extra, para colmo de los 'dogues', Aïssa Mandi debutó y fue expulsado con tarjeta roja directa. Había sido la apuesta de bajo coste de la directiva para ocupar el espacio que dejó vacante Leny Yoro al firmar con el Manchester United por 62 millones de euros. Aterrizó gratuitamente tras dejar el Villarreal y, en la cita con los representantes de la Ligue 1, le pegó una patada en la cabeza a Irfan Can Kahveci, con lo que le tocó enfilar las duchas antes de tiempo.
Con uno más en el campo, el Fenerbahçe se perfilaba para pasar de ronda, pero un penalti señalado por el árbitro español José María Sánchez Martínez lo evitó. Ante un tiro del Lille desde la frontal que rebotó en el brazo de Jayden Oosterwolde y precisó de una revisión en el monitor de la banda, decidió que había desviado con demasiada importancia la trayectoria del disparo y concedió una pena máxima que Jonathan David, artillero estrella de los visitantes, transformó en el 2-3 definitivo en el global (1-1 en este duelo).
August 13, 2024