Según apuntó 'Daily Star', la relación entre Mourinho y la familia Glazer se han enturbiado bastante durante estas últimas semanas, después de que el portugués no haya podido incorporar a uno de los fichajes que le prometieron antes del verano.
El técnico luso espera más movimientos además de Matic, que no tardará en hacerse oficial tras pasar las pruebas médicas durante la tarde de ayer.
El incumplimiento de la promesa de un fichaje que no ha trascendido ha sido el motivo por el que ambas partes parecen haberse distanciado durante estas últimas semanas.
Mourinho sigue visiblemente enfadado con los Glazer, aunque seguirá en el cargo y espera que el club se vuelque en este tramo final del mercado de fichajes.