'The Special One' cogió las riendas del Tottenham en noviembre de 2019. En abril de 2021 fue destituido cuando le quedaban solo unos días para enfrentarse al Manchester City en la EFL Cup, trofeo que, por cierto, terminó en las manos del equipo de Pep Guardiola.
Mourinho nunca entendió su despido y, años después, aprovechó para atizar a los 'spurs' por aquello. "Lo más ridículo fue que un club que tenía una sala de trofeos vacía me despidiera justo antes de una final...", dijo en 'The Obi One Podcast'.
Ese fue el adiós a un club que, a día de hoy, aún recuerda el luso. "Esa fue la vez que más... No sé, me quedé como: '¡Venga ya!". "El Tottenhan no ha ganado nada en 50 años, o yo no recuerdo cuándo", siguió Mourinho con el látigo.
Más feliz fue en el Chelsea, institución de la que guarda excelentes recuerdos: "Con el paso del tiempo, las diferencias con otros técnicos pasa y solo quedan buenos recuerdos. Y Arsène Wenger no podrá olvidar que en su partido número 100 como técnico, mi Chelsea le ganó 6-0".
Ganador nato, Mou confesó lo mucho que le enfadaba perder, sobre todo si era en casa: "En cada partido que jugábamos en Stamford Bridge, si no nos íbamos al descanso con un 2-0 a favor, realmente me cabreaba".
Por último, se refirió a las salidas de Salah y de De Bruyne de su equipo: "Se fueron porque lo quisieron así... No querían esperar y competir por el puesto. Cuando la gente dice que yo dejé que se marcharan, yo les digo que fue todo lo contrario. Yo aposté por ellos, pero para ser jugador del Chelsea debes esforzarte y esperar tu momento. Ellos no quisieron".