El PEC Zwolle no fue rival para un PSV Eindhoven que se jugaba su presencia en la próxima edición de la Champions League y cayó derrotado por 4-2 ante el equipo de Roger Schmidt.
El encuentro dejó además un gol de lo más cómico, en concreto el 1-0 del cuadro local, que tuvo como gran protagonista al guardameta del PEC Zwolle.
Y es que cuando corría el minuto 22, el zaguero Nakayama, ante la presión rival, decidió ceder con fuerza el esférico a Mous, meta del equipo.
El balón, con mucho efecto, iba muy pegado al palo y el guardameta, en su intento por controlar, no calculó bien y se introdujo el esférico en su propia portería para desesperación y lamento de su equipo.