Multitudinario adiós de varias generaciones de béticos a Luis Márquez

El Real Betis de muchas generaciones, el de su 'antiguo testamento', honró y despidió con honores este martes a su jugador Luis Márquez, fallecido a los 51 años a consecuencia de un cáncer de colon, en un multitudinario funeral celebrado en la Iglesia de la Magdalena de Sevilla.
Ex futbolistas legendarios como Julio Cardeñosa y Rafael Gordillo, sus inseparables Ángel Cuéllar, Juan Merino o Juan José Cañas, José Luis Loreto, Juan Ureña, Alexis Trujillo, Vlada Stosic, Jaime Quesada, Pier Luigi Cherubino, José Mari García, Juanito, Capi, Ito, Joaquín Parra, Antonio Casado, Julio García, Pedro Píriz, Juan José Camacho, José Eugenio Ruiz, Quico, Salva Navarro o Víctor Antequera, han sido, entre otros, algunos de los jugadores béticos de las últimas décadas y generaciones que han tributado su último adiós a Luis Márquez, junto a sus familiares y amigos, que abarrotaban el templo.
También acudieron al sepelio ex futbolistas del Sevilla FC, como el caso de Francisco López Alfaro o Nando -también ex del FC Barcelona-, así como muchos de los entrenadores que lo dirigieron a lo largo de su carrera, casos de Germán Vaya 'Mani', José Emilio del Pino, Paco Chaparro o Lorenzo Serra Ferrer, que viajó expresamente desde Mallorca para asistir al sepelio.
El presidente y el vicepresidente del Real Betis, Ángel Haro y José Miguel López Catalán, también estuvieron presentes en la misa funeral, así como el doctor Tomás Calero o el masajista José María Montiel, además de numerosos trabajadores de la entidad y directivos de otras épocas, como Balbino de Bernardo.
No en balde, ha sido el adiós a un jugador que dejó mucha huella en el Betis en sus nueve temporadas en el primer equipo y en sus muchos años en la cantera, en la que fue campeón de Copa infantil en 1987 y juvenil en 1990 antes de debutar en el primer equipo el 25 de febrero de 1990 en un partido ante el Palamós. En sus años en la élite, Márquez disputó 202 partidos oficiales -166 de Liga, 32 de Copa, 2 de la Recopa y 2 de la Copa de la UEFA- y marcó 15 goles, dos de ellos de los más recordados por la afición verdiblanca: uno de los dos del ascenso en Burgos y el que le hizo un Sábado de Pasión de 1995 al Atlético de Madrid de una volea desde la esquina del balcón del área a la salida de un córner botado por Menéndez.