San Mamés midió el grado de necesidad con el que llegaban un Espanyol que había reaccionado en Valencia y un Athletic que había perdido su toque en las últimas jornadas. Duelo de necesitados, por tanto, pues si la situación del Espanyol era complicada, la de los rojiblancos, claramente a la baja, no era mucho mejor. Finalmente, el despertar fue de un Iker Muniain que lanzó a al Athletic ante un Espanyol que fue a contrapié.
El conjunto dirigido por Pablo Machín aterrizó en el País Vasco con la energía renovada. La victoria en el Ciudad de Valencia aumentó la autoestima de un equipo que dio una imagen sobre el verde de San Mamés nunca antes vista durante las diez primeras jornadas de LaLiga.
El problema de los 'pericos' fue que tuvieron que hacer frente al gran momento de Muniain. Aún no se habían cumplido los primeros cinco minutos, cuando el centrocampista local aprovechó la falta de contundencia en la zaga blanquiazul para batir a Diego López con un disparo cruzado.
Le costó reaccionar al Espanyol, pero lo consiguió. Logró sacar en varias ocasiones el balón jugado desde atrás y solo le faltó conectar con un Marc Roca que no tuvo su día, pues en San Mamés no se le vio.
El que sí apareció fue Muniain. En el minuto 17, aprovechó un rechace en la media luna del corazón del área para limpiar la escuadra derecha de Diego López y marcar uno de los goles de la jornada. Imparable.
Pero los blanquiazules volvieron a levantarse de la lona. Bernardo Espinosa pudo acercar a su equipo en el electrónico, pero partió en posición antirreglamentaria antes de cabecear a gol un envío a balón parado de Víctor Sánchez.
Los 'pericos' se hicieron con el mando del juego. Buscaron el 2-1 con insistencia, pero no lograron crear peligro. La precisión en el último pase fue la asignatura pendiente en un San Mamés que estuvo casi todo el partido en silencio.
Con el conjunto catalán volcado sobre la portería de Unai Simón, el Athletic encontró más espacios en la defensa visitante y, a solo diez minutos del final, llegó el 3-0. Muniain -quién si no- se metió hasta la cocina con algo de fortuna, pero fue Víctor Gómez quien mandó el balón al fondo de su propia portería.
Los 'leones' se reencontraron con la victoria después de cinco partidos consecutivos sin sumar los tres puntos, pero no recuperan las buenas sensaciones del inicio de la temporada. El Espanyol no pudo prolongar el triunfo ante el Levante y fue castigado por un marcador algo excesivo. Machín aún tiene mucho que trabajar.