Seis jornadas llevaba el Athletic sin poder llevarse los tres puntos, hasta que apareció Muniain. La tónica general de los últimos partidos del conjunto vasco había sido empatar a uno o perder por la mínima.
Es por ello que el partido contra el Espanyol en casa se antojaba clave para el Athletic, que desde el primer minuto demostró ser el que más ímpetu y entrega puso en el partido. Entre ellos, Muniain fue de lejos el más destacado del partido.
El canterano volvía a deleitar a su afición con una auténtica exhibición y se vio una imagen de él mucho más vertical, explosiva y eficaz. Tanto es así que, antes incluso de la primera media hora de partido, el pamplonica ya había marcado dos goles y prácticamente había dejado sentenciado el partido.
La falta de contundencia del Espanyol, que sigue encadenando una mala racha de resultados, y el acierto de Muniain fueron claves en un partido que desde principio a fin tuvo un claro protagonista.