El Krasnodar Stadium acogió un partido clave para los dos equipos. Los locales apuraban sus opciones de pelear por un puesto en la siguiente ronda de la Liga de Campeones, mientras que el Sevilla, pendiente del partido del Chelsea, buscaba su confirmación para conseguir de forma matemática el pase a los octavos.
El conjunto hispalense marcó el ritmo en la primera mitad. En esa buena ola de los últimos partidos, los de Nervión se subieron a ella y aprovecharon el desconcierto inicial del Krasnodar. Cuatro minutos tardó Ivan Rakitic en poner su sello en el electrónico con un gol marca de la casa.
El croata llegó desde segunda línea para aprovechar un rechace en la frontal del área. Con la diestra y a bote pronto, empaló y batió a Gorodov en un golpeo casi perfecto que puso en ventaja al equipo español en Rusia. Un 0-1 que dejaba lo más difícil ya hecho.
El Sevilla no se dejó ir y administró esa pequeña desesperación del Krasnodar con largas posesiones en campo propio. Con un sistema con tres centrales, el combinado local tardó en encontrar la forma de presionar e incomodar a los andaluces. Koundé tuvo el segundo y Munir replicó, pero Gorodov salvó en ambas ocasiones.
El cuadro de Lopetegui se afianzó con el paso de los minutos. Gudelj probó con un cabezazo tras una falta lateral, pidió un posible penalti por mano de Berg y, ya en la recta final de la primera mitad, se dejó ir algo más a falta de gasolina. Lo aprovechó el Krasnodar, que avisó con un flojo disparo de Cabella.
Pero todo cambió después del paso por los vestuarios. El Sevilla se echó una cabezada en los primeros 15 minutos del segundo tiempo y le pudo costar caro. Un Krasnodar renovado de ideas emergió con una presión asfixiante. Robó varios balones en campo rival y dispuso de varias oportunidades para igualar el marcador... hasta que lo consiguió.
Wanderson, en un balón que logró recibir de forma cómoda en el interior del área, batió a Vaclík pese al intento de Koundé de rechazar la pelota en la línea. Un 1-1 que reactivó a Lopetegui. La lesión de Escudero y las entradas de Jordán y Óliver Torres despertaron al cuadro hispalense, que pudo encajar otro en el inicio de la segunda parte.
A partir de ahí, el Sevilla sí pudo encontrar respuestas a la presión del Krasnodar. Munir fue un peligro constante. El ex del Barça amenazó una y otra vez sobre la meta de Gorodov y encontró a su socio perfecto en la entrada de En-Nesyri, que de nuevo fue letal con espacios.
El Sevilla no dejó de creer en ningún momento y así lo hizo ver en su planteamiento. Asedió en la recta final la meta del Krasnodar... hasta que encontró su merecido premio. En-Nesyri dividió a la defensa en el añadido y encontró libre a Munir que, como un auténtico 'killer', tardó bien poco en armar su disparo con la pierna derecha.
Cruzó su golpeo y Gorodov, inmaculado durante casi todo el encuentro, no encontró respuesta. Un gran tanto que significó el 1-2 y casi la sentencia final del cuadro hispalense. Pero el Krasnodar no entregó tan rápido la toalla.
Ari tuvo la última en una ocasión que puso a prueba las pulsaciones de la afición sevillista. Pero de nuevo, entre Diego Carlos y Gudelj, la defensa nervionense se impuso para evitar el temible empate.
Salvó el partido el conjunto de Julen Lopetegui en una cita que pudo salir bien cara por esa pequeña siesta al inicio de la segunda mitad. Con la victoria del Chelsea ante el Rennes, ambos confirmaron su presencia en los octavos de final de esta Champions. Y entre los dos pelearán por esa primera plaza en las dos últimas jornadas de esta fase de grupos.