El partido empezó mal para Musacchio, pero por suerte para él (o desgracia), apenas duró media hora, lo que tardó Inzaghi en decidir que él sería el sustituido para aligerar la defensa y tratar de buscar un gol que metiera a la Lazio en el partido.
Fue el cupable del 0-1. Así, sin medias tintas. Su asistencia a Pepe Reina fue criminal. Floja, muy floja, y muy fácil para que Lewandowski la interceptara e hiciera historia.
La mirada fulminante de Reina tras el gol lo decía todo, y no ayudó a Musacchio. El futbolista de la Lazio estaba fuera del partido, y viéndole así, a Inzaghi no le costó decidir que fuera él el sacrificado cuando a la media hora, ya con 0-2 en el marcador, hizo su primer cambio.