No hay mal que cien años dure y el de la Roma parece haber encontrar su punto y final. Tras un duro inicio de campeonato, los de Di Francesco lograron recuperar la senda de la victoria en el mejor momento posible, el derbi romano.
Derrotar a la Lazio se ha convertido casi en costumbre durante las últimas temporadas. Pellegrini, Kolarov y Fazio facturaron a un rival que si bien logró empatar por medio de Immobile, anda muy lejos del equipo compacto y peligroso de la pasada temporada.
Algo similar le estaba pasando a la Roma, con el doloroso estreno en Champions y las dudas generadas durante las primeras jornadas de la Serie A.
La lesión de Pastore dejó paso a Pellegrini, que se inventó un taconazo digno de su predecesor en el campo para adelantar a los locales y desatar la locura en el Olímpico. La Roma mandaba y controlaba, pero un grosero error de Fazio permitió a Immobile igualar la contienda.
Sin tiempo para que se abriera un partido nuevo apareció Kolarov para poner el 2-1 con un gran lanzamiento de falta desde la frontal. Engañó al portero y la potencia del disparo hizo el resto.
La sentencia llegó en el tramo final y sirvió para que Fazio compensara su error con un testarazo que significó el definitivo 3-1 y el triunfo para la Roma.