Hay pocas cosas tan humanas como emprenderla con alguien más pequeño para olvidar que alguien más grande te ha dado un rapapolvo. Eso es, a grandes rasgos, lo que ha hecho la Juve con el Crotone.
Venía la Juventus de perder ante el Nápoles y ante el Oporto, y necesitaba desquitarse de esos dos reveses consecutivos. Y quién mejor que el colista de la Serie A para encajar los golpes cargados de frustración de Cristiano y compañía.
Saltó al Juventus Stadium de Turín el Crotone en plan insolente, contestón, pero no tardó en ser dominado por una Juve que, hombre por hombre y también mental y tácticamente, es mejor. Era lo esperado, y nadie en el Crotone puede decir que le sorprendiera.,
Ir a Turín es como ir al dentista. No vas por gusto y sabes que te va a doler, pero hay que hacerlo. Y así, en cuanto la Juve se hizo con el dominio del juego, los visitantes se replegaron y dispusieron a aguantar un chaparrón.
Su fortuna es que Cristiano no parecía entonado. El luso estaba ansioso. Llevaba dos semanas sin marcar, y como buen adicto al gol, el 'mono' le pasa factura. Pero claro, el ansia por marcar en él le suponen más ocasiones.
Falló un par, acciones que le costaron ser el blanco de mofas en las redes, pero como si lo estuviera leyendo, Cristiano se dispuso a callar bocas. Y lo hizo, por partida doble en poco más de cinco minutos.
Dos goles de cabeza, ambos tras un centro desde la izquierda (de Alex Sandro y Ramsey). El primero lo acabó validando el VAR, porque llegó tan solo a rematar que la duda de que pudiera estar en fuera de juego era legítima, pero no, estaba en línea.
El segundo vino precedido de un tiro suyo que obligó a Cordaz a meter una buena mano abajo, tras lo que el luso acudió a rematar el inminente centro del galés Ramsey, con un testarazo de esos suyos, en los que parece flotar en el aire.
Eso ocurrió entre los minutos 38 y 45. El Crotone vio cómo de nada le había servido haber aguantado más de media hora las acometidas de su rival.
Pero aún así salió al segundo tiempo con valentía y malas intenciones, pero aunque volvió a merodear las inmediaciones del área de Buffon, el veterano cancerbero italiano siguió sin tener que emplearse.
Pasada la euforia, la Juve volvió a hacerse con el mando del juego, y empezó a buscar, sin ocultarlo, a su gran estrella, un Cristiano Ronaldo que quería irse a casa con un nuevo balón.
El tercer gol llegó, pero no tuvo su firma. Lo anotó McKennie, tras un córner embarullado. Cristiano se quedó con las ganas, en parte por su propia ansiedad, en parte por su evidente falta de sintonía con Morata, quien entró mediado el segundo tiempo en lugar de Kulusevski.
No ocurrió mucho más sobre el verde del Juventus Stadium. Pirlo aprovechó para dar minutos a los jóvenes, pero no se atrevió a sentar y dar descanso a Cristiano, y fue para nada, porque su ansiado 'hat trick' no llegó.
Volvió a ganar la Juve, tras sus dos derrotas seguidas, pero siguió sin hacer un fútbol notable. La 'Vecchia Signora' volvió a ser mediocre, y solo la indolencia de su rival maquilló este encuentro con el aura de una pequeña goleada.
Por cierto, no lo hagáis. Sed como el Crotone, no como la Juve. Si teneis un mal día, no lo paguéis con el primero que se te cruce, ni con alguien más pequeño.