En tiempos de crisis, cualquier motivo de ilusión es bueno para reafirmar la fe. Por eso, el Barcelona sigue insistiendo en el regreso de Neymar al club. Es la gran apuesta de Josep Maria Bartomeu y para ello trabaja desde que en el verano de 2019 la operación se diera por imposible por diversos factores, entre los que destacaron los económicos.
El jugador cuenta con el beneplácito de la plana mayor azulgrana del presente y del pasado. Jordi Cruyff, Puyol, Xavi e Iniesta han valorado su posible regreso, en tanto que hasta Messi o Luis Suárez se han mojado en relación a su amigo. Sobre todo el argentino, quien públicamente lo alabó en repetidas ocasiones, ha hecho campaña para un regreso que está complicado.
Porque claro, está por ver si el Barcelona puede hacer frente a los 500 millones de euros que costaría cerrar una operación de ese calibre. Ya no solo por el pago al PSG, sino también por el salario anual de Neymar y todo lo que rodea la llegada de un crack así (intermediarios, primas...).
'AS' informó de que el Barça bajará su presupuesto de los 1.047 millones de euros a los 800 por el COVID-19, por lo que Neymar también debería hacer un importante esfuerzo económico -en forma de reducción salarial- para regresar.
Wagner Ribeiro deslizó el sábado que Neymar tendría un precio de 164 millones de euros en estos momentos. Pese a ser menos de lo que el PSG desembolsó en su día, ahora mismo es toda una fortuna para la economía azulgrana, especialmente golpeada durante la pandemia.
Además, por mucho que Ney reduzca su salario, los 70 millones brutos anuales de ficha que se le van al PSG para pagarle parecen quedar a años luz de lo que podría pagar un Barça que ya tiene disparado el presupuesto en materia salarial.
De este modo, parece que la marcha de algunos hombres importantes sería la única vía de escape para financiar una operación que es mucho más complicada de lo que se vende. Ya lo avisó Tebas, los grandes no estarán para grandes dispendios. Y es verdad.
Pese a la aparente unanimidad en relación a su vuelta -el Barça incluso olvidaría las demandas que tiene interpuestas Neymar contra el club-, lo cierto es que su regreso continúa pareciendo una quimera y más fuegos de artificio que otra cosa.