No todos los días un jugador puede anotar el gol que da el pase a su equipo a unas semifinales y que corta una racha de 44 triunfos consecutivos del rival en torneos coperos.
Eso es lo que hizo Marcus Thuram con el Guingamp tras el sorprendente triunfo por 1-2 en el Parque de los Príncipes ante el PSG.
El actual colista de la Ligue 1 sorprendió al todopoderoso conjunto de la capital gracias a un tanto a última hora del hijo del ex internacional francés.
El tanto, además, se produjo en unas circunstacioas muy especiales, ya que llegó de penalti en el añadido cuando, con anterioridad, el propio Thuram había errado otra pena máxima.
Pero Marcus, en el momento de la verdad, no se puso nervioso y con destreza y sangre fría dio el pase a su equipo, además de recibir también los elogios de alguien inesperado.
"Neymar me dijo que soy un buen jugador. En el momento del segundo penalti fue a motivarme para que volviera a tirar después de haber fallado el primero", comentó Thuram.
"Me reiteró que tengo la suficiente personalidad como para tirar otro penalti. La grandeza que me ha demostrado al final del partido evidencia que es un jugador de clase mundial, tuvo el gesto de felicitarme por el gol y la gran actuación que tuvimos", sentenció tras el encuentro.