Hay pocos futbolistas en el mundo que son capaces de regatear y Neymar es uno de ellos. El astro brasileño volvió a deleitar a todos en la goleada de su país a Bolivia (5-0).
El 'crack' del PSG dio dos asistencias y estuvo involucrado en tres goles, pero también firmó regates y jugadas escandalosas prácticamente en una baldosa.
La acción más destacada tuvo lugar en la segunta parte. Con 4-0 para la 'Canarinha', Ney le tiró un caño a un rival y luego dejó sentado a otro con una ruleta exquisita.
Cuando todo lo tenía todo de cara, el balón se le escapó. Su cara era todo un poema porque sabía que la opción para anotar era muy clara, lo que le hubiese llevado a atrapar a Ronaldo Nazário.