Y es que el delantero teutón ha sido una de las piezas claves de los de Joachim Löw en los últimos mundiales. Un jugador polivalente, incombustible y con mucho gol. Un trabajador nato que cada cuatro año se gana su sitio entre los mejores.
En 2010, en Sudáfrica, marcó un total de cinco goles y su equipo lo echó mucho de menos en la semifinales ante España, en la que los alemanes se quedaron a cero. Antes, vio puerta ante Australia, Argentina y Uruguay y le hizo un dobelte a Inglaterra.
Cuatro años después, misma historia. Comenzó al cita de Brasil como un tiro: 'hat trick' ante la Portugal de Cristiano. Completó su enorme Mundial con un tanto ante Estados Unidos y otro frente a Brasil en semifinales.
Pero no sólo de goles vive Müller. El jugador del Bayern ha repartido además seis pases de gol. Números que, unidos a sus goles, son increíbles teniendo en cuenta que únicamente ha jugado 14 partidos.
Muy por encimas de las dos grandes estrellas de las que todo el mundo mira. Y es que Cristiano suma tres goles y dos asistencias en 13 partidos por las cinco dianas y cinco asistencias de Messi en 15 encuentros.