La Premier League tiene leyes y códigos muy estrictos. El propietario del Chelsea también es amante del orden. Sarri, pese a sus ideas modernas, representa un fútbol de otra época, menos mediático, más de vieja escuela, de albero y foso. Un entrenador de los que ya no quedan.
Segñun 'The Sun', al entrenador italiano se le ha prohibido que no vista chándal durante los encuentros y que no fume mientras desempeñe su trabajo. Abramovich paga, Abramovich paga. En su presentación ya vistió un sobrio traje oscuro.
El chándal y el pitillo forman parte de la vestimenta habitual de Sarri, fumador y nada amante de la estética. Lo suyo es el fútbol. Pero hay que dar otra imagen, según manda el magnate ruso.
Sarri vive sus primeras horas como entrenador 'bleu'. De momento, su adaptación al fútbol inglés no empieza con demasiadas facilidades.
18 de julio de 2018