El Niza arrancaba este martes su calendario de partidos veraniegos de preparación. Lo hacía ante un Union St. Gilloise que ya lo empezó hace una semana. Los belgas han disputado 2 amistosos, con una goleada (9-0) ante el modesto Nijlen y un empate a 1 frente al Mónaco. Finalmente, el partido se suspendió, pero, al menos, sirvió para enfrentar modelos diametralmente opuestos.
Los franceses llevan varias temporadas apostando por un proyecto ambicioso en lo económico, pero sin demasiados resultados en lo deportivo, al menos, en comparación con las inversiones. La campaña pasada, el Niza superó los 80 millones de euros de gasto en fichajes. 22 se dejó en Sofiane Dip, 15 en Gaëtan Laborde, 13 en Mattia Viti o 12 en Beka Beka, entre otros. Además, incorporó como agente libre a un Aaron Ramsey que, según varias fuentes, percibe unos 7 millones de euros anuales.
Para este gasto, además del que ya se hizo en otros mercados anteriores, la 9ª posición en la que terminó en la Ligue 1 puede tildarse incluso de fracaso. Con 58 puntos, se quedó muy lejos de la Conference League (9 puntos), Europa League (10) y previa de Champions (15). Esto le costó la continuidad a Didier Digard. Este curso, será Francesco Farioli el encargado de asumir el reto.
En cuanto a su aventura europea, alcanzó los 1/4 de final de la Conference. Fue líder de su grupo por delante de Partizan, Köln y Slovacko y eliminó en 1/8 al Sheriff, pero el Basilea, un equipo alejado del primer nivel europeo, le apartó de una competición que, como pasó con el West Ham, podría haber adordando su temporada.
Poco gasto, máximo rendimiento
El Union St. Gilloise fue adquirido en 2018 por Tony Bloom, propietario del Brighton. Sin embargo, el club belga actúa con bastante independencia y es su presidente Alex Muzio el que capitanea en todos los sentidos una nave que lleva más de una temporada sorprendiendo en Bélgica.
El equipo se ha quedado a las puertas del título 2 años seguidos, aunque esta campaña ha estado más cerca que nunca. En la última jornada, perdió contra el Brujas, que no se jugaba nada, y se quedó con 46 puntos. El Amberes fue campeón con 47.
Pero no solo cumplieron en la liga local. En el Viejo Continente, los belgas también dieron la cara de forma notable. Fueron líderes en su grupo de la Europa League pese al enorme nivel del mismo, con Union Berlin, Sporting Braga y Malmö, y se cargaron, precisamente, a los alemanes en 1/8 de final con un 3-6 de global. En 1/4. empataron ante el Bayer Leverkusen como visitantes en la ida, si bien los de Xabi Alonso golearon en la vuelta para acabar con el sueño.
Y todo esto, con un gasto mínimo en la plantilla. Victor Boniface, delantero del Bodo Glimt, fue el fichaje más caro. 2 millones de euros pagó el club por él. De algunas incorporaciones, el club no facilitó cantidades, pero estas eran más simbólicas que importantes. No llegó a 300.000 euros el pago por Sykes, central del Accrington, además de la llegada como libres de José Rodríguez, Dennis Eckert o Arnaud Dony, así como de los cedidos Yorbe Vertessen y Simon Adingra.
Este verano, el Niza ya ha gastado más de 20 en el fichaje de Moffi, mientras que el Union St. Gilloise, que ha cambiado en el banquillo a Karel Geraerts por Alexander Blessin, apenas ha sobrepasado los 3 'kilos' con las llegadas de Rasmussen, Machida y Venhoutte. Habrá que ver si la diferencia económica se refleja en el césped o si el 'low cost' se sigue imponiendo al lujo.