Luka Jovic fue presentado por el Real Madrid en un acto que tuvo de todo. En primer lugar por una puesta en escena escueta del serbio, que en apenas 30 segundos resolvió la papeleta de hablar por primera vez como jugador blanco.
Después, el delantero bajó al césped del Santiago Bernabéu, en el que hizo las delicias de los miles de aficionados que aguardaban a su nuevo fichaje. No regaló muchas sonrisas, pero sí balones y despertó ilusión entre los seguidores.
A continuación le tocó el turno de responder a los medios de comunicación. Lo hizo acompañado de Emilio Butragueño, que hizo de maestro de ceremonias en una sala de prensa abarrotada.
Fue ahí cuando llegó la gran anécdota de la presentación. A Jovic no le colocaron el habitual traductor simultáneo, por lo que no entendió la primera pregunta y, tras unos segundos de desconcierto, un operario se lo situó en la mesa.
No obstante, Jovic no fue capaz de colocar con acierto el auricular en su oreja derecha, por lo que solicitó ayuda para poder continuar con tranquilidad la rueda de prensa.